El cuidado del cabello es un tema que nos interesa a todos. Con la amplia gama de consejos disponibles en internet, revistas y tradiciones orales, puede ser desafiante distinguir entre lo que realmente beneficia nuestro cabello de lo que no. En este post desmitificamos algunos de los conceptos más comunes sobre el cuidado capilar, ofreciendo una mirada científica y práctica que nos ayudará a mantener nuestro cabello saludable y hermoso. ¿Nos acompañas?
Mito: Cortar el cabello frecuentemente lo hace crecer más rápido
Más de una vez hemos escuchado que cortar el cabello regularmente estimula su crecimiento. Sin embargo, el crecimiento del cabello ocurre en el folículo piloso, ubicado bajo la piel, y cortar las puntas no tiene ningún efecto en este proceso. Lo que sí hace el corte regular es prevenir las puntas abiertas, haciendo que el cabello se vea más saludable y grueso, lo cual puede dar la impresión de que crece más rápido.
Verdad: Una dieta equilibrada promueve un cabello saludable
El cabello está compuesto principalmente de proteínas, por lo que consumir suficientes nutrientes esencialmente proteicos es crucial. Vitaminas como la biotina, los minerales como el zinc y el hierro, y los ácidos grasos omega-3 tienen roles importantes en la salud del cabello. Una dieta equilibrada ayudará a fortalecer el cabello desde la raíz hasta las puntas, promoviendo su crecimiento y evitando la caída prematura. En este artículo puedes saber más sobre la relación de la alimentación con la salud capilar.
Mito: El champú diario es malo para el cabello
La frecuencia con la que se debe lavar el cabello varía según el tipo de cabello y de cuero cabelludo y del estilo de vida de cada persona. Mientras que lavar el cabello diariamente puede ser necesario para personas con cuero cabelludo graso, para otras puede resultar demasiado agresivo y secar tanto el cabello como el cuero cabelludo. La clave es conocer tu tipo de cabello y elegir un champú adecuado a tus necesidades. En el siguiente enlace te explicamos, entre otras cosas, cómo saber qué tipo de cabello tienes.
Verdad: El calor puede dañar seriamente el cabello
El uso frecuente de herramientas de calor como secadores, planchas y rizadores puede dañar el cabello, provocando sequedad, rotura y puntas abiertas. De manera ideal, el pelo se debería secar de forma natural. No obstante, hay veces que esto no es posible. Si usamos secador de pelo, hay que hacerlo a baja temperatura y a una distancia mínima de 25 cm para evitar recalentar el cabello y deshidratarlo. Del mismo modo, te recomendamos el uso de protectores térmicos.
Mito: Los productos naturales son siempre mejores para el cabello
Aunque los productos naturales pueden ser beneficiosos para el cabello, no todos son adecuados para todos los tipos de cabello. Además, algunos ingredientes naturales pueden ser irritantes o causar reacciones alérgicas. Es importante investigar y, si es posible, consultar con un dermatólogo o un tricólogo para encontrar los productos más adecuados para tu cabello.
Verdad: El estrés afecta la salud del cabello
El estrés crónico puede provocar una condición conocida como efluvio telógeno, una forma de pérdida de cabello temporal que ocurre porque más cabellos de lo normal entran en la fase de reposo y caen. Manejar el estrés a través de técnicas como la meditación, el ejercicio o la terapia puede ayudar a mitigar este efecto.
Mito: Usar sombrero causa calvicie
No hay evidencia científica que respalde la idea de que usar sombrero provoca calvicie. La pérdida de cabello generalmente se debe a factores genéticos, hormonales o de salud, y no a los hábitos cotidianos relacionados con accesorios de moda. Sin embargo, un sombrero muy ajustado podría potencialmente afectar la circulación en el cuero cabelludo o tirar del cabello, lo que podría contribuir a la caída del cabello si se usa de manera constante y durante largos períodos.
Verdad: El agua fría puede mejorar la apariencia del cabello
Enjuagar el cabello con agua fría después de lavarlo puede ayudar a cerrar las cutículas del cabello, lo cual sella la humedad y hace que el cabello luzca más brillante y suave. Aunque no afecta el crecimiento del cabello, sí mejora su apariencia general.
Mito: Los productos «sin sulfatos» son mejores para todo tipo de cabello
Los sulfatos son detergentes que se encuentran en muchos champús y están diseñados para limpiar el cabello eliminando el sebo y la suciedad. Aunque es cierto que pueden ser demasiado duros para el cabello teñido o muy seco, no todos los tipos de cabello necesitan evitarlos. Las personas con cuero cabelludo muy graso o cabello muy denso pueden beneficiarse de los champús con sulfatos para lograr una limpieza efectiva. Como hemos comentado anteriormente, es fundamental conocer nuestro tipo de cabello y usar los productos diseñados para él.
Verdad: Proteger el cabello del sol es tan importante como proteger la piel
Al igual que la piel, el cabello sufre daños debido a la exposición al sol. Los rayos UV pueden debilitar el cabello al descomponer sus proteínas, lo que desemboca en un cabello seco y quebradizo. Usar sombreros o productos con protección UV ayuda a proteger el cabello y mantenerlo saludable.
Mito: El cabello se acostumbra a los mismos productos y deja de responder
A menudo se cree que el cabello se «acostumbra» a los mismos productos después de un tiempo y que estos dejan de ser efectivos. En realidad, el cabello no se acostumbra a los productos. Lo que puede ocurrir es que las necesidades del cabello cambian debido a factores ambientales, cambios hormonales o la salud general. Es esencial ajustar los productos de cuidado capilar a las condiciones actuales de tu cabello y cuero cabelludo.
Verdad: El cabello húmedo es más vulnerable al daño
El cabello es significativamente más frágil cuando está húmedo. Por eso, es importante manejarlo con cuidado después de lavarlo. Desenredar el cabello mojado con un peine de dientes anchos o un cepillo específicamente diseñado para cabello mojado puede minimizar la rotura. Además, es preferible evitar atarlo firmemente mientras está mojado para evitar estrés adicional en las raíces y las hebras.
Mito: El cabello graso no necesita acondicionador
Muchas personas con cabello graso evitan usar acondicionador porque creen que lo hará más graso. Sin embargo, todos los tipos de cabello necesitan hidratación. La clave está en elegir un acondicionador ligero y aplicarlo solo en las puntas del cabello, evitando las raíces y el cuero cabelludo.
Verdad: La temperatura del agua afecta la salud del cabello
Lavar el cabello con agua muy caliente puede dañar el cuero cabelludo y el propio cabello, promoviendo la sequedad y la irritación. Usar agua tibia durante el lavado y terminar con un enjuague de agua fría puede ayudar a cerrar las cutículas del cabello, protegiendo el cabello de la suciedad y el daño y dejándolo más liso y brillante.
Esperamos que este post te ayude a tomar decisiones informadas sobre cómo cuidar tu cabello. Recuerda que cada tipo de cabello es único, y lo que funciona para uno puede no ser adecuado para otro. Escuchar a tu cabello y ajustar tu rutina de cuidado según sea necesario es la clave para mantener tu cabello saludable y hermoso.